Aceite de pescado de la máxima calidad, que es una fuente natural de ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA). Suministrarlos en cantidades adecuadas al organismo es especialmente importante debido a su papel en el desarrollo del embarazo. El DHA es un componente esencial de los tejidos cerebrales y contribuye al desarrollo de la función cognitiva, la visión y las neuronas. El EPA, por su parte, favorece la función cardiovascular e inmunitaria, y puede tener un efecto positivo en el estado de ánimo de la madre y contrarrestar la aparición de la depresión posparto.

La colina es producida por el organismo en pequeñas cantidades y debe ser suministrada con la alimentación, siendo las principales fuentes los huevos de gallina, los frutos secos, la col y el salvado. Una cantidad adecuada de colina en la dieta ayuda a prevenir defectos del tubo neural y contribuye al desarrollo normal del sistema nervioso y el cerebro. La colina también desempeña un papel importante en el proceso de transporte de nutrientes a través de la placenta, y reduce el riesgo de desarrollar hipertensión o diabetes de tipo II más adelante en la vida del niño.

La vitamina A se presenta de forma natural en forma de retinol en los productos animales y como betacaroteno en las plantas, y sus principales fuentes son el hígado, los huevos, la mantequilla, el queso, el atún y la anguila. Es esencial para el crecimiento de los tejidos e interviene en el desarrollo de la visión, los pulmones y los huesos del feto. Además, también contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario de la madre y favorece su desarrollo en el bebé.

La vitamina D puede ser sintetizada por el organismo mediante la exposición al sol o suministrada con los alimentos, y sus principales fuentes son los pescados grasos, los huevos y el hígado. Desempeña un papel clave en la mineralización ósea del feto y contribuye al desarrollo y funcionamiento del sistema inmunitario. Estudios³ sugieren que una carencia de vitamina D durante el embarazo puede estar asociada a efectos adversos sobre la función cognitiva y al riesgo de ciertos trastornos neurológicos en el niño.

La vitamina E es uno de los antioxidantes más potentes de la naturaleza, y las cantidades más elevadas se encuentran en los frutos secos, los aceites vegetales y los aguacates. Protege las células en desarrollo del estrés oxidativo y favorece el funcionamiento del sistema inmunitario. Mantener la vitamina E en niveles normales ayuda a reducir el riesgo de aborto espontáneo o rotura prematura de las membranas fetales.

VitaMK7^® es un derivado natural de la vitamina K de la más alta calidad y biodisponibilidad. Sus fuentes dietéticas más ricas son las verduras de hoja verde, el chucrut y los aceites vegetales. Es sumamente importante durante el embarazo, ya que afecta a la coagulación de la sangre y los procesos relacionados. Además, también contribuye al desarrollo normal de los huesos y reduce el riesgo de osteoporosis en la edad adulta.

La vitamina C, o ácido ascórbico, es una vitamina clave para la salud, cuyas principales fuentes son los cítricos, los pimientos, las bayas y el kiwi. Es sumamente importante para el correcto desarrollo del feto debido a su participación en la síntesis de colágeno, componente esencial del tejido conjuntivo. La vitamina C también contribuye a la absorción del hierro, que es importante por su papel en el transporte de oxígeno en la sangre.

La tiamina, a veces llamada vitamina B1, se encuentra de forma natural en los cereales integrales, las legumbres, los frutos secos y la carne de cerdo. Es esencial para el desarrollo normal del feto debido a su participación en los procesos metabólicos, la síntesis de proteínas y la función del sistema nervioso. Además, también tiene una función en la cicatrización de heridas y el alivio del dolor neuropático.

La riboflavina, o vitamina B2, se encuentra en mayores cantidades en la leche, los huevos y los frutos secos. Es esencial en la producción de neurotransmisores e influye en el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso del niño. También participa en la conversión de nutrientes en energía, necesaria para el correcto desarrollo del feto.

La niacina, a veces llamada vitamina B3, tiene como fuentes principales la carne, el pescado y el marisco, así como los productos integrales a base de cereales. Es esencial en la síntesis del ADN, el material genético responsable del desarrollo de las células fetales. Además, también desempeña un papel importante en la producción de hormonas, y unos niveles estables de hormonas son importantes para el desarrollo normal del niño.

La vitamina B6, o piridoxina, se encuentra de forma natural en las aves de corral, los pescados grasos, el hígado y las patatas. Contribuye a mejorar la absorción de proteínas por el organismo y favorece los sistemas inmunitario y nervioso. Pero eso no es todo, la piridoxina también favorece la absorción del ácido fólico y el hierro de los alimentos, e interviene en la formación de las células sanguíneas.

Quatrefolic^® es una forma innovadora y activa de ácido fólico, que es sumamente importante para el desarrollo normal del feto. Es esencial para la formación y el cierre del tubo neural, que da lugar al cerebro y la médula espinal. Su carencia puede provocar defectos graves como la espina bífida, así como contribuir a un mayor riesgo de parto prematuro y malnutrición fetal.

La vitamina B12, a veces también llamada cobalamina, y sus principales fuentes naturales son los despojos, los pescados grasos, el marisco y los productos lácteos. Es esencial en la formación de glóbulos rojos, la síntesis de ADN y transmisores nerviosos y, lo que es más importante, también en la conversión del ácido fólico en su forma activa. Las carencias de vitamina B12 pueden provocar anemia y aumentar el riesgo de preeclampsia y parto prematuro.

La biotina, también conocida como vitamina B7 o vitamina H, se encuentra de forma natural en los huevos, los frutos secos y las verduras de hoja. Interviene en procesos metabólicos, contribuye al mantenimiento de la salud de la piel y el cabello y puede desempeñar un papel importante en el desarrollo del sistema inmunitario del niño. Sus carencias son muy raras y suelen producirse durante el primer trimestre del embarazo.

Complejo multimineral procedente de algas marinas calcáreas que constituye una fuente natural de calcio. El calcio desempeña un papel clave en el desarrollo del esqueleto debido a su efecto en la mineralización ósea. También contribuye al buen funcionamiento de los músculos, incluido el músculo cardíaco, y es necesario para la formación de las contracciones musculares. Sus deficiencias pueden causar retraso del crecimiento fetal y contribuir a la osteoporosis en la madre.

Aquamin™ Mg TG es magnesio derivado de una fuente mineral natural producida a partir del agua de mar. Es uno de los elementos más importantes para la salud humana, y las mujeres durante el embarazo y después del parto tienen una mayor demanda de él. El magnesio interviene en los procesos metabólicos, influye en la conducción de los impulsos nerviosos y en el mantenimiento del equilibrio electrolítico, y es esencial para el crecimiento normal de los huesos y la función muscular.

El hierro es sumamente importante para la buena salud del feto, y sus principales fuentes naturales son la carne roja, el hígado, las yemas de huevo y las legumbres. Es esencial para la producción de hemoglobina, encargada de transportar el oxígeno de los pulmones a los tejidos. Una cantidad adecuada de hierro en la dieta reduce el riesgo de hipoxia, anemia, bajo peso al nacer y prematuridad.

El zinc es uno de los micronutrientes más importantes para la salud, y sus fuentes naturales más ricas son las ostras, los despojos, las semillas de calabaza y las judías. Es esencial para el crecimiento y la división celular normales, y desempeña un papel clave en el funcionamiento de los sistemas inmunitario y nervioso. Las carencias de zinc pueden provocar retraso del crecimiento, bajo peso al nacer y debilitamiento del sistema inmunitario.

El cobre se encuentra en mayores cantidades en el marisco, los despojos, el cordero y el cacao. Desempeña un papel importante en la formación de glóbulos rojos y neurotransmisores, así como en el funcionamiento del sistema inmunitario. La carencia de cobre es poco frecuente, pero puede provocar anemia, alterar la síntesis de colágeno o debilitar el sistema inmunitario del feto.

El manganeso se encuentra en cereales integrales, legumbres, marisco, tofu y frutos secos. Es sumamente importante durante el desarrollo fetal y la lactancia debido a su participación en el desarrollo óseo, los procesos metabólicos, la producción de anticuerpos y la acción de enzimas antioxidantes. La carencia de manganeso puede provocar deficiencias en el crecimiento y la mineralización de los huesos, así como debilitar el sistema inmunitario y alterar el metabolismo.

SeleniumSeLECT^® es una forma única de selenio con una biodisponibilidad mejorada. Sus fuentes naturales más ricas son las nueces de Brasil, el hígado, la carne roja y el marisco. Desempeña un papel importante en la regulación de la función tiroidea, la función del sistema inmunitario y el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso. Unos niveles adecuados de selenio en la dieta reducen el riesgo de parto prematuro y de tiroiditis postparto.

El cromo se encuentra en abundancia en la levadura, los cereales integrales, la carne de ave y el marisco. Es sumamente importante para la salud materna, ya que regula los niveles de glucosa y lípidos en sangre e interviene en la producción de insulina. Unos niveles adecuados de cromo en la dieta previenen el desarrollo de diabetes gestacional.

El yodo tiene funciones importantísimas para la salud, y sus principales fuentes naturales son el marisco, la sal yodada y los huevos. Es un elemento clave que interviene en la producción de hormonas tiroideas. El correcto funcionamiento de la glándula tiroides aumenta las posibilidades de quedarse embarazada y es sumamente importante para su mantenimiento y el correcto desarrollo del bebé.